¿Éxito?

Estamos siendo testigos y protagonistas de un cambio de era. La revolución digital y la era de información han hecho cambiar la forma en que vemos el mundo y nuestras interacciones con los que nos rodean. A pesar de eso, los grandes problemas de la humanidad no han variado en siglos (hambre, pobreza, analfabetismo, falta de educación, exclusión, injusticia social, etc.). Este cambio de era, igual o más importante que la revolución industrial, ha sido el responsable de que hoy veamos una sociedad más heterogénea, autónoma y empoderada. Sociedad que se parece cada vez más a un sistema complejo que ya no admite dogmas ni soluciones “generalizadas” para poder enfrentar sus dificultades, sino que necesita de respuestas cada vez más innovadoras, focalizadas y a la medida.

Al mismo tiempo, jamás en la historia habíamos tenido la oportunidad de entender estos problemas tan claramente, con tanto detalle y sobre todo, jamás habíamos tenido las herramientas para enfrentarlos tan “a la mano” (“Abundance” de Peter Diamandis). El problema es que eso aún no sucede. Aquí hay algo que no cuadra.

La conciencia de que existen estos “grandes desafíos de la humanidad” y la oportunidad de superarlos a nuestro alcance, se contrapone al paradigma del éxito que reina en nuestras cabezas hoy. Actualmente, la forma en que nos medimos como seres humanos se reduce al éxito económico que tenemos (como el ranking de los más millonarios del mundo o las celebridades más ricas), y al número de grados académicos que acumulamos en nuestro cuerpo. La mala noticia de esto es que mientras lo que nos mueva y nos motive en la vida sean esos (antiguos) modelos de éxito, el movimiento de aquellos que trabajan por “un mundo mejor” se seguirá acotando a organizaciones puntuales cuya posibilidad de generar un impacto real en el mundo es pequeña y aislada. La buena noticia es que cada vez son más aquellos que saben que no es mejor profesional el que más riqueza acumula o el que más postgrados tiene, sino el que es capaz de resolver estos grandes problemas que se arrastran hace siglos, los problemas que hasta hoy nadie ha sido capaz de solucionar. Aquellos que son capaces de agregar más valor a la sociedad, aportar con ideas y hechos concretos, aquellos que puedan resolver los problemas sociales de hoy, serán los mejores profesionales del futuro.

Hoy más que nunca necesitamos redefinir los paradigmas que norman nuestra sociedad para poder aspirar a un mundo más altruista, justo y sin pobreza, donde hagamos que la resolución de los problemas de los que más lo necesitan, no sea sólo el deber social de algunos pocos, si no el modelo a seguir de muchos. Queremos y necesitamos que nuestros hijos y sus hijos crezcan admirando a grandes emprendedores cuyo objetivo principal sea generar impacto social, mejorar la sociedad y cambiar el mundo. Queremos que las revistas que ellos lean y los programas de televisión que vean estén llenos de Ben Cohen, Natalia Espinoza, Alfredo Zolezzi,Francisco Paillamilla y muchos otros que no conocemos aún, pero que queremos que inspiren a una generación de emprendedores para que resuelvan estos grandes problemas y de paso, construyan una mejor sociedad. Ellos ya están redefiniendo lo que entendemos por “éxito”. ¿Qué estás haciendo tú al respecto?

Matías Rojas es Gerente de Operaciones de Socialab Latam. Te invitamos a seguirlo en Twitter @matiasrojasdl

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