ICH: cambiando la visión del mundo

Pocas veces nos encontramos con una empresa social que cumple a la perfección todos los aspectos de impacto.

Roberto Alvarado y su familia, han trabajado durante más de 30 años en la industria óptica, vendiendo armazones y lentes.

En sus vacaciones, la familia regalaba lentes para personas en condiciones vulnerables. Poco a poco, esto fue despertando la inquietud de Roberto hacer algo más allá, algo que pudiera generar un cambio que impactara al mundo.

En una de estas ocasiones, un niño al que la familia de Roberto le regaló unos lentes les agradeció por que con éstos “por primera vez, había podido ver las estrellas”. Fue ahí cuando decidió que quería convertirse en un emprendedor social.

Roberto junto con un equipo creó ICH, una empresa enfocada en la creación de armazones para lentes de materiales 100% reciclados con un costo bajo.

Tuve la oportunidad de entrevistar a Roberto para mi podcast, Disruptivo:

El diseño que creó ICH tiene un fórmula patentada hecha 100% de PET reciclado, lo que genera un impacto positivo a nivel medioambiental.

Además estos armazones son completamente resistentes, incluso mucho más que los tradicionales.

Una problemática que afecta a millones de personas

Un emprendimiento social parte de resolver una importante problemática, tal y como lo platicamos en la nota “Enamórate del problema, no de la idea,” y sin duda, ICH ha encontrado una problemática que afecta a millones de personas ya que solamente en México existen:

• 18 millones de personas de nivel socioeconómico bajo que necesitan lentes.

• 10 millones de personas que no podrán obtenerlos por los altos costos.

Esto significa que el 10% de la población de nuestro país no puede ver bien y no solo eso.

Es justo cuando me enfrento a este tipo de realidades cuando me queda cada vez más claro la importancia del emprendimiento social.

Una empresa social que hace las cosas bien

Personalmente, me parece increíble lo que está construyendo Roberto y su equipo. Pocas veces nos encontramos con una empresa social que cumple a la perfección todos los aspectos de impacto que deben tener este tipo de emprendimientos:

1. Impacto Medioambiental: Utilizando materiales de PET 100% reciclables, lo que hace que su producción no genere residuos o impacto negativo en el ambiente.

2. Impacto Social: Haciendo accesible un producto que resuelve una gran problemática para personas que hasta ahora han estado excluidas.

3. Innovación: El desarrollo de un producto nuevo, de alta calidad y características que no existen en el mercado.

4. Sustentable: Con un modelo de negocios que le permita generar ingresos y utilidades para seguir creciendo y llegar cada vez a más personas que hoy no pueden ver.

Es por esto que me fascina ICH. Verdaderamente están planteando un modelo que puede impactar a millones de personas y cambiar la realidad de nuestro planeta.

La filosofía que los ha llevado lejos

Y no soy el único que ha encontrado en ICH algo increíble, de hecho, en los últimos meses.

Roberto y su emprendimiento han empezado a recibir reconocimientos en diferentes frentes, como el premio Global James Macguire, y haber quedado en primer lugar en México de la convocatoria The Venture.

Estos logros, están respaldados por su filosofía: “Hacer lo que los demás no hacen”.

Además de ir más allá de un modelo distinto de lentes, Roberto y su equipo ha logrado:

• Llegar a un sector de la población al que nadie está llegando.

• Resolver un problema que todos ignoran.

• Utilizar materiales que los demás consideran desechos.

Pero aún más importante que los premios, esta filosofía está ayudando a ICH construir un emprendimiento con potencial de crecimiento a gran escala.

En los dos primeros años, la empresa ha beneficiado a 2,500 personas, y hoy gracias a su modelo de impacto ha cerrado convenios para producir 15,000 lentes al mes.

Una vela que nunca se apaga

Roberto Alvarado es un emprendedor que nos ha dejado grandes lecciones con la creación de ICH, pero definitivamente, con la que me quedo es:

Un emprendedor es una vela que nunca se apaga,” lo que significa que si crees en tu proyecto, debes de hacer todo por llevarlo acabo.

Es con esta convicción y pasión por generar un impacto positivo, que estoy convencido que ICH logrará su objetivo, cambiar la visión del mundo.

¿Qué te parece el modelo de ICH? Cuéntamelo en los comentarios.

Mi columna fue publicada originalmente en Soy Entrepreneur.

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