Estás listo, tienes una gran idea, sientes que el momento llegó, tienes todo listo para emprender, sólo te queda resolver una gran pregunta: ¿es el momento correcto para renunciar a mi trabajo?
Puedes checar este tema que toqué en el último episodio de mi videoblog:
Tener un trabajo estable tiene muchísimas ventajas: un sueldo fijo, seguridad social y estabilidad en muchos sentidos, pero si renuncias a él tendrás que dejar muchas cosas atrás cuando decidas emprender.
Preguntarte si este es el momento correcto para renunciar, es válido, de hecho, me parece que es muy importante que le dediques el tiempo necesario para evaluar todos los factores que existen, ya que la decisión que tomes tendrá muchas consecuencias para el desarrollo de tu emprendimiento.
Desafortunadamente, no te puedo dar una respuesta correcta, ya que para cada uno esta puede ser diferente. Sin embargo quiero compartirte dos posturas las cuales me parecen validas:
¡Renuncia ahora! ¿Qué esperas?
Si estás convencido de que lo tuyo es emprender, sientes que ya no estás aprendiendo nada en tu trabajo actual, o simplemente ya no estás contento y quieres correr el riesgo, entonces no hay mejor momento que el ahora.
El instante en el que dejas tu trabajo y te dedicas 100% a tu emprendimiento, las cosas comienzan a suceder, puedes dedicarte de tiempo completo a tu proyecto que es clave para que éste pueda desarrollarse de forma correcta.
Ahora recuerda: la principal causa de fracaso de los nuevos negocios, según el Failure Institute, es que los emprendedores no tienen los recursos suficientes para aguantar los primeros dos años sin recibir ingresos. Si este es tu caso, quizá debes irte por el segundo camino:
¡Espera! La Paciencia es el camino del Jedi
Si en tu trabajo todavía tienes la oportunidad de seguir aprendiendo habilidades o hacer conexiones que te servirán al momento de empezar tu proyecto, y además te sirve para ahorrar un poco más y tener fondos para aguantar la falta de ingresos, quizá lo más inteligente sea aguantar un tiempo más en tu puesto.
Recuerda que, como ya lo dijimos, cuando empiezas a emprender, lo más probable es que no recibas ingresos al principio, por lo que es clave que tengas algún tipo de respaldo financiero. Esto puede ser la diferencia entre poder aguantar el tiempo suficiente con tu proyecto o tener que abandonarlo y volver a un trabajo estable.
Para muchos, haberse esperado un año o más en su chamba antes de dejarla para emprender, ha sido la mejor decisión que han tomado. Pero, ¿qué pasa si no puedes esperar pero también necesitas el dinero? Bueno, por fortuna hay un tercer camino que quizá sea el adecuado para ti:
El día tiene 24 horas. ¡Emprende en tu tiempo libre!
Esta también es una opción válida, porque puedes aprovechar un poco de los dos mundos: haces tu trabajo de 9 a 5, y a partir de las 6pm, ¡es tiempo de dedicarte a tu proyecto!
Muchos hemos hecho esto, de hecho, conozco gente que lleva años teniendo proyectos por un lado además de su trabajo y han logrado tener muy buenos avances mientras tienen un ingreso fijo. Piensa esto: si de chiquito podías ir a la escuela, participar en la selección de basket, ir a clases de inglés y computación, tenías tiempo para hacer la tarea y además, te daba tiempo de ver el último capítulo de Dragon Ball Z y dormirte a las 9 pm, ¿quién dijo que ahora no puedes dedicarle unas horas diarias a tu emprendimiento?
Claro, este esquema tiene algunas claras desventajas, como que no aplica para todos los trabajos, ya que hay muchos que consumen mucho más de ocho horas al día, o quizá tengas una vida social que atender. La verdad es que si no le dedicas 100% de tu tiempo a emprender, es muy probable que te va lleve muchísimo más tiempo desarrollarlo de manera correcta.
Si te interesa este esquema, te recomiendo “La semana laboral de 4 horas” de Tim Ferris, un excelente libro que te ayudará a encontrar maneras de aprovechar al máximo tu tiempo libre para emprender mientras trabajas.
Planeación, planeación y acción
Cualquiera que sea el camino que elijas tomar, en definitiva, lo más inteligente que puedes hacer es sentarte a planear, checar bien tus finanzas, asegurarte que tienes todo lo necesario antes de empezar, identificar bien todo lo que puedes aprender en tu trabajo y poner todo sobre la mesa.
Pero al final, ¡tienes que tomar acción! De nada sirve nada de planeación si no decides dar el primer paso, el mundo está lleno de emprendedores en potencia, pero lo que de verdad se necesita es emprendedores que hagan que las cosas suceden.
Entonces, ¿estás listo para dar el siguiente paso?
Me encantaría conocer tu historia y saber si ya estás listo o incluso cual fue el momento en el que decidiste renunciar para emprender, así que ¡compártemela en los comentarios!
Mi columna fue publicada originalmente en Soy Entrepreneur.
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