El mundo está cambiando y las empresas lo están haciendo también; estamos frente a la urgencia de nuevas prácticas económicas e industriales que partan de la innovación y la sostenibilidad para producir un impacto positivo que toque directamente a la sociedad, una urgencia de la cual el consumidor es plenamente consciente. Bajo esta realidad, es claro que el mercadeo tradicional ya no es suficiente y que las dinámicas empresariales necesitan ser redefinidas.
¿Recuerdan las 7P del mercadeo? Producto, Plaza, Precio, Promoción, Procesos, Personas y Posicionamiento. Cada una de ellas representa una prioridad para cualquier líder de mercadeo, porque intervienen en el proceso de decisión de compra de un producto o servicio y en la rentabilidad del mismo para la empresa. Pero… ¿Qué pensarían si las P relaciondas con Posicionamiento, Promoción, Personas y Procesos tuviera una gestión que incluya la innovación social como parte de su estrategia?. Hasta ahora, la innovación social dentro de las empresas ha sido sólo un tema de las áreas de Responsabilidad Social y Sostenibilidad, pero el vínculo que tiene con los indicadores de Mercadeo y Comunicaciones es verdaderamente estrecho.
¡Veamos! Para que el mercadeo de una empresa sea exitoso, el producto o servicio debe cumplir con las expectativas y necesidades de los clientes, además de generar recordación y ganas de volver a comprar, lo que llamamos posicionamiento y fidelización. Algunos podrían decir entonces que para disparar los indicadores del área en cuestión basta con vender un producto o servicio de buena calidad a un precio capaz de competir en el mercado con agregados como:
- Un empaque útil, práctico y llamativo para el producto.
- Una atención al cliente que genere una experiencia positiva y memorable.
- Algunos influencers, con una reputación adecuada para la marca, involucrados en el proceso de promoción.
- Unas piezas publicitarias bien ubicadas que sean interesantes para el público objetivo.
- Activaciones de marca y producto o servicio en lugares estratégicos.
Pero la verdad es que aunque todo lo anterior sea relevante, en este momento no es suficiente. Las necesidades y expectativas de los clientes han cambiado, ahora todos están hiperconectados y tienen ante sus ojos la cantidad innumerable de problemas sociales y ambientales que están afectando el mundo y que ponen a las personas en condiciones cada vez más vulnerables; los clientes ahora tienen más información respecto al comportamiento social de la industria y de todo lo que hacen las empresas (positivo o negativo) por el territorio y por las comunidades que se relacionan con su quehacer.
Y ahí es en donde está la oportunidad de encontrar ese diferencial que todavía buscan desesperadamente las empresas que compiten por robarse la atención de sus públicos; en la solución creativa a los problemas que nos afectan como sociedad. El mercadeo de hoy necesita de la innovación social para encontrar y apoyar alternativas que le generen calidad de vida a las personas y que demuestren que su marca no es una estructura de concreto que absorbe dinero, sino una organización compuesta por seres humanos que entienden que, además de producir ganancias, es importante mantener una relación simbiótica con el mundo que las soporta, en donde todos los actores que intervienen se preocupan por el bienestar de los demás, porque saben que todos deben crecer a la par y en comunidad. Eso es una organización que se siente y se ve como un agente social activo… ¡Y ESO ES REALMENTE HUMANIZAR LA MARCA!
